No hay tiempo que perder para abordar la
crisis de aprendizaje en América Latina y el Caribe
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial están llamando a los responsables de políticas, partes interesadas y a las comunidades de toda América Latina y el Caribe a tomar medidas inmediatas para superar una de las mayores crisis educativas de la región en los últimos 100 años, para garantizar las perspectivas futuras de los jóvenes y el crecimiento sostenible.
En un nuevo informe conjunto, “El aprendizaje no puede esperar: Lecciones para América Latina y el Caribe a partir de PISA 2022”, las dos instituciones analizan cómo abordar esta crisis. Además, abogan por aumentar y hacer más eficientes las inversiones para acelerar los resultados del aprendizaje, cerrar las brechas socioeconómicas y tecnológicas en los sistemas educativos, y asegurar que los jóvenes estén adecuadamente preparados para los trabajos de hoy y de mañana.
Los resultados de PISA 2022, el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes de la OCDE, demostraron la profundidad de la crisis de aprendizaje para los adolescentes en la región. La evaluación, que tuvo una participación récord de los países de América Latina y el Caribe, mostró que tres de cada cuatro jóvenes de 15 años en la región no pueden demostrar habilidades matemáticas fundamentales, y uno de cada dos no puede hacerlo para la lectura. Las tendencias de aprendizaje no se están moviendo en la dirección correcta para la mayoría de los países.
Para revertir este escenario, el informe señala tres prioridades políticas urgentes para la región:
Este nuevo informe conjunto es parte de la colaboración en curso entre el BID y el Banco Mundial para cerrar la brecha digital en educación en América Latina y el Caribe, asegurando que los jóvenes tengan las habilidades necesarias para la economía del mañana. Las dos instituciones están coordinando acciones para maximizar el impacto de los programas ya aprobados, que representan inversiones de USD 512 millones, que beneficiarán a 3,5 millones de estudiantes en 16 países. Además, están explorando otras iniciativas para expandir significativamente la escala y movilizar más capital en los próximos años para apoyar esta agenda de educación digital.
Fuente: BANCO MUNDIAL 04 de marzo de 2024