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CEPAL – América Latina y el Caribe es una de las regiones más impactadas demográficamente por la crisis sanitaria

América Latina y el Caribe es una de las regiones más
impactadas demográficamente por la crisis sanitaria

  • Edición 2022 del Observatorio Demográfico de la CEPAL confirma que la región tuvo la mayor pérdida de años en la esperanza de vida al nacer en 2021 respecto a 2019 y una fuerte reducción en el crecimiento poblacional.

    América Latina y el Caribe es una de las regiones más impactadas demográficamente por la pandemia del COVID-19, revela el Observatorio Demográfico 2022 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicación anual del organismo que en su nueva edición subraya la urgencia de fortalecer los sistemas estadísticos nacionales y calcular estimaciones y proyecciones de población de buena calidad para el diagnóstico y la planificación de las políticas públicas.

    El Observatorio Demográfico 2022: Efectos demográficos de la pandemia de COVID-19 presenta estimaciones y proyecciones de población elaboradas por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL en conjunto con la División de Población de las Naciones Unidas, trabajo que además se complementa con asesorías técnicas a los Institutos Nacionales de Estadística de los países de la región en la elaboración de sus propias estimaciones y proyecciones de población./p>

    La publicación señala que la población de América Latina y el Caribe pasó de 168,3 millones de habitantes en 1950 a 660,3 millones de personas en 2022, cifra que representa el 8,3% de la población mundial.

    El crecimiento cada vez menor de la población, como resultado principalmente de la disminución de la fecundidad, llevará a la región a alcanzar su población máxima en el año 2056, con un total de 751,9 millones de personas.

    La publicación señala que en la década actual se proyecta una disminución del número de habitantes menores de 30 años y un crecimiento positivo de la población adulta en la región, sobre todo de los mayores de 50 años. Si se cumplen los supuestos de las proyecciones de población, hacia finales de este siglo el único grupo poblacional que seguirá aumentando a nivel regional son las personas de 80 años y más.

    El análisis confirma que la región perdió 2,9 años de esperanza de vida al nacer entre 2019 y 2021, al pasar de 75,1 años en 2019 a 72,2 años en 2021, lo que convierte a América Latina y el Caribe en la región del mundo que perdió más años de esperanza de vida como consecuencia de la pandemia. La caída entre 2019 y 2021 fue mayor en Centroamérica (-3,6 años). Las proyecciones indican que en 2022 comenzará la recuperación de los años perdidos de esperanza de vida.

    Las proyecciones indican que la tasa global de fecundidad (TGF) de la región seguirá bajando, hasta llegar a 1,68 hijos por mujer en 2100 con un aumento de la edad media de la fecundidad. La edad media de la fecundidad en la región registró una tendencia decreciente entre 1950 y 2000. A partir de 2013, empezó a subir y actualmente es de 27,6 años, lo que señala que la baja fecundidad va acompañada de una mayor cantidad de mujeres que tienen hijos a edades más avanzadas.

    En relación a la tasa de fecundidad adolescente, en promedio el ritmo de descenso ha aumentado en la región desde 2010, y esta ha pasado de 73,1 hijos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años en 2010, a 52,1 en 2022. Sin embargo, a pesar de la reducción observada en la última década, América Latina y el Caribe aún registra una de las mayores tasas de fecundidad adolescente en el mundo, solamente por debajo de las tasas estimadas y proyectadas para África. En 2022, 9 países de la región se encuentran entre los 60 países con mayor tasa de fecundidad adolescente del mundo.

    El Observatorio Demográfico 2022 analiza también las dinámicas de migración intrarregional y revela que el flujo de personas migrantes venezolanas hacia países de la región como Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Brasil no tiene precedentes, en términos de intensidad, en la historia reciente de América Latina y el Caribe. Puntualiza que el movimiento de personas desde la República Bolivariana de Venezuela empezó alrededor de 2016, cuando salieron del país 283.300 personas, y alcanzó su máximo en 2018, cuando ese país perdió cerca de 1,4 millones de habitantes debido a la migración. Sin embargo, con el cierre de fronteras tras el inicio de la pandemia de COVID-19, ese movimiento se redujo y las proyecciones señalan un movimiento de retorno gradual a partir de 2022.

    Finalmente, el documento destaca que la pandemia ha evidenciado la necesidad de contar con sistemas robustos y oportunos de recolección y difusión de datos poblacionales, desglosados al menos a nivel subnacional por edad, sexo y causa de muerte. Los países que cuentan con sistemas de compilación y procesamiento rápidos de información de calidad han tenido mejores herramientas para monitorear el avance o retroceso del coronavirus y mejores posibilidades de definir sus planes de acción.

    Fuente: CEPAL 17 de noviembre de 2022