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FAO – Las guías alimentarias: una oportunidad para proteger el planeta

 

Tan solo un puñado de países tienen guías alimentarias adecuadas que promueven dietas y sistemas alimentarios que no solo son saludables, sino también sostenibles

 

Lo que comemos es importante no sólo para nuestra salud, sino también para el planeta. Sin embargo, sólo un puñado de gobiernos innovadores han elaborado guías alimentarias que promueven dietas para superar a la vez dos de los retos más urgentes de nuestro tiempo: asegurar una buena nutrición para todos y hacer frente al cambio climático.

 

Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo estudio publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación (FCRN, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Oxford.

 

El informe “Platos, pirámides, planeta” (“Plates, Pyramids, Planet”) evalúa las recomendaciones alimentarias elaboradas por gobiernos de todo el mundo, examinando en forma especial si establecen vínculos con la sostenibilidad del medio ambiente, además de promover buenos hábitos alimenticios. En el momento en que se realizó el estudio, sólo las recomendaciones de cuatro países -Brasil, Alemania, Suecia y Qatar- establecían conexiones entre las amenazas planteadas por los modernos sistemas de producción alimentaria y las pautas nutricionales que los impulsan. Dos países más -Países Bajos y Reino Unido- han dado pasos para incorporar las consideraciones ambientales en sus guías alimentarias.

 

Sin embargo, este reducido número de países representa una verdadera oportunidad perdida para muchos de ellos de promover dietas y sistemas alimentarios que no sólo sean saludables, sino sostenibles, según señala el estudio.

 

Recomendaciones en todo el mundo

Más de 80 gobiernos -poco más de un tercio de todos los países del mundo- ofrecen ya consejos a sus ciudadanos en forma de directrices dietéticas basadas en los alimentos: mensajes cortos, de base científica, prácticos y culturalmente apropiados que orientan a las personas sobre una alimentación y estilos de vida saludables. Ese número está creciendo, incluso en países de bajos y medianos ingresos.

 

A pesar de estos avances prometedores, la mayoría de los gobiernos tienen aún sin embargo que elaborar su asesoramiento alimentario nacional, y esta carencia es particularmente evidente en los países de bajos ingresos: por ejemplo, sólo cinco países de África tienen esas directrices.

 

Y la mayoría de las guías existentes todavía no tienen en cuenta el impacto ambiental de los hábitos alimenticios.

 

Los cuatro países que sí incluyen la cuestión de la sostenibilidad, resaltan que una dieta basada en gran medida en las plantas tiene ventajas para la salud y para el medio ambiente. En particular, Suecia ofrece consejos más detallados sobre qué alimentos de origen vegetal son preferibles, aconsejando por ejemplo verduras de raíz antes que verduras para ensaladas. La mayoría de las directrices que incluyen la sostenibilidad mencionan el elevado impacto ambiental de la carne. Pero el consejo a menudo carece de especificidad y donde se indican las dosis máximas de ingesta, estas se basan sólo en cuidar la salud, no en la preocupación por el medio ambiente.

 

Las recomendaciones de Brasil destacan por hacer hincapié en los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad, aconsejando a la gente a desconfiar de la publicidad, por ejemplo, y evitar los alimentos ultra procesados, que no sólo son malos para la salud, sino que además socavan las culturas alimentarias tradicionales.

 

 

Fuente: FAO 19.Mayo.2016