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OMS – El colectivo mundial de la salud pide que se adopten medidas urgentes en la esfera del clima y la salud

El colectivo mundial de la salud pide que se adopten medidas urgentes en la esfera del clima y la salud

En vísperas de la 28.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), la Organización Mundial de la Salud (OMS) se suma al colectivo mundial de profesionales de la salud para pedir que los efectos del cambio climático en la salud ocupen un lugar central en las negociaciones de la Conferencia. Los negociadores deben dejarse de excusas, situar la salud de las personas en el centro del debate y asumir su responsabilidad en el cuidado de nuestro bien más preciado: la salud de las personas en todo el mundo.

Los fenómenos meteorológicos extremos ocurridos en todo el mundo en los últimos meses deberían ponernos sobre aviso del futuro que nos depara el rápido calentamiento del planeta. Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), unos 3500 millones de personas —casi la mitad de la humanidad— viven en zonas muy vulnerables al cambio climático. Asimismo, las cifras publicadas por la OMS muestran que las defunciones relacionadas con el calor entre los mayores de 65 años han aumentado un 70% en todo el mundo en las dos décadas más recientes. El futuro que nos espera es sombrío y solo podremos evitarlo adoptando medidas drásticas y específicas para limitar el calentamiento del planeta a un máximo de 1,5 °C.

La actual crisis climática pone en peligro los medios de subsistencia y la vida de las personas, y afecta también a los sistemas alimentarios, en un contexto de gran crecimiento demográfico, y a las fuentes de agua, que son cada vez más escasas. Paralelamente, está causando un auge de enfermedades infecciosas como el dengue y el cólera, que pueden ser mortales para millones de personas. No podemos esperar más. Ha llegado el momento de actuar con valentía y en colaboración para mitigar los efectos del calentamiento del planeta en la salud y forjar un futuro sostenible para todos.

Es importante recalcar que el cambio climático no es una amenaza lejana, sino un peligro evidente que repercute en nuestra salud por distintas vías. Los profesionales sanitarios nos alertan de que ya está afectando a nuestra salud y de que favorece la propagación de infecciones y enfermedades transmitidas por vectores. Por ello, los negociadores de la COP28 deben dejar de perder tiempo y comprender que representa una amenaza directa para la salud en el mundo que no pueden minimizar ni desatender.

Para adaptar nuestros sistemas de salud es preciso intensificar medidas esenciales como la lucha antivectorial, la vigilancia epidemiológica y el acceso al agua potable y el saneamiento. Además, hay que formar al personal de salud y prestar ayuda para que los sistemas apliquen las orientaciones incluidas en el Marco operacional de la OMS para el desarrollo de sistemas de salud resilientes al clima y con bajas emisiones de carbono.

En la actualidad, más de 1000 millones de personas tienen que ser atendidas en establecimientos de salud cuyo suministro eléctrico es inestable o inexistente. Por ello, el colectivo mundial de la atención de salud pide que se proporcionen cuanto antes energías no contaminantes a los centros de salud de los países de bajos ingresos que carecen de electricidad. A este respecto, la OMS colabora con sus asociados para impulsar la electrificación de estos establecimientos mediante energías renovables, tratar de que dispongan de suficiente material médico y llevar la iniciativa en la transición hacia la adopción de fuentes de energía no contaminantes, la mejora de los servicios y una menor dependencia del gas y el gasóleo.

Fuente: OIT 27 de noviembre de 2023