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ONU – Día Internacional de la Fraternidad Humana, 4 de febrero

Día Internacional de la Fraternidad Humana

Existe una profunda preocupación por los actos que constituyen una apología del odio religioso y, por consiguiente, socavan el espíritu de tolerancia y el respeto de la diversidad, especialmente en un momento en que el mundo se enfrenta a la crisis sin precedentes ocasionada por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19), que exige una respuesta mundial basada en la unidad, la solidaridad y la cooperación multilateral renovada.

En estos momentos, necesitamos la valiosa aportación que hacen las personas de todas las religiones o creencias a la humanidad, así como la contribución que el diálogo entre todos los grupos religiosos puede aportar para que se conozcan y se comprendan mejor los valores comunes compartidos por toda la humanidad.

Es fundamental también generar una mayor conciencia sobre las diferentes culturas y religiones o creencias y sobre el papel de la educación en la promoción de la tolerancia. Esto implica la aceptación y el respeto de la diversidad religiosa y cultural por parte de la opinión pública, especialmente con respecto a las expresiones religiosas. Asimismo, la educación, en particular en la escuela, debe contribuir de manera significativa a promover la tolerancia y eliminar la discriminación basada en la religión o las creencias.

Este año, por segunda vez, celebramos el Día Internacional de la Fraternidad Humana en el contexto de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, que brinda la oportunidad de destacar los principios y valores incluidos en el “Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia” y explorar buenas prácticas para su aplicación como camino hacia el futuro, a medida que reconstruimos un mundo mejor.

Antecedentes

Tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, se creó la Organización de las Naciones Unidas con fines y principios que buscaban especialmente librar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra. Uno de esos fines es conseguir la cooperación internacional para resolver problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario y promover e incentivar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales sin distinción de raza, sexo, idioma o religión.

Tal declaración se produjo como resultado del preciado concepto —contenido dentro de la Constitución de la UNESCO— de que “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. La Asamblea General sigue dando a entender que la paz no solo es la ausencia de conflictos, sino también un proceso participativo, positivo y dinámico donde se fomenta el diálogo y los conflictos se resuelven en una atmósfera de mutuo entendimiento y cooperación.

En octubre de 2010, la Asamblea General de la ONU proclamó la “Semana Mundial de la Armonía Interconfesional entre todas las religiones, confesiones y creencias” en su resolución A/RES/65/5, en la que se subraya que la comprensión y el diálogo entre religiones constituyen dimensiones importantes de la cultura de paz. Con la observación de esta semana, se quiere poner de relieve la necesidad imperiosa de que las distintas confesiones y religiones dialoguen para que haya una mayor comprensión mutua, armonía y cooperación entre las personas y que los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias incluyan la paz, la tolerancia y la comprensión mutua.

La base de todos los sistemas y tradiciones de fe es el reconocimiento de que todos estamos juntos en esto y que necesitamos amarnos y apoyarnos los unos a los otros para vivir en paz y armonía en un mundo sostenible. Nuestro mundo está siendo azotado por conflictos e intolerancia hacia el creciente número de refugiados y desplazados internos que se mueven en un mundo hostil y poco acogedor. Desafortunadamente, también presenciamos mensajes de odio que difunden la discordia entre las personas. La necesidad de guías espirituales nunca ha sido mayor. Es imperativo que dupliquemos nuestros esfuerzos para difundir el mensaje de buena armonía con el prójimo como seres humanos y debe ser un mensaje compartido por todas las tradiciones de fe.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 4 de febrero como el Día Internacional de la Fraternidad Humana, en su resolución 75/200.

Fuente: ONU 01 de febrero de 2022