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PNUD – Múltiples crisis frenan el progreso en desarrollo humano causando retrocesos en 9 de cada 10 países

Múltiples crisis frenan el progreso en desarrollo
humano causando retrocesos en 9 de cada 10 países

  • La comunidad mundial debe salir del estancamiento en que se encuentra inmersa a fin de asegurar un futuro para las personas y el planeta y reiniciar la trayectoria de desarrollo.

    El mundo va de crisis en crisis, apagando fuegos en un ciclo aparentemente inagotable y somos incapaces de abordar la raíz de los problemas a los que nos enfrentamos. Si no se produce un cambio drástico de rumbo, puede que nos dirijamos hacia un futuro con aún más privaciones e injusticias, según alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

    El último Informe sobre Desarrollo Humano 2022 del PNUD, “Tiempos inciertos, vidas inestables: configurar nuestro futuro en un mundo en transformación”, advierte de la existencia de múltiples capas de incertidumbre interconectadas entre sí que están provocando una desestabilización sin precedentes en nuestras vidas. Los últimos dos años han resultado devastadores para miles de millones de personas en todo el mundo, con la pandemia de COVID-19 seguida por la guerra en Ucrania y su interrelación con enormes transformaciones sociales y económicas, amenazantes cambios a nivel planetario y un avance extraordinario de la polarización.

    Por primera vez en los 32 años que el PNUD lleva elaborándolo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que mide la situación de la salud, la educación y las condiciones de vida de los países, ha empeorado a nivel mundial durante dos años consecutivos. El desarrollo humano ha retrocedido a niveles de 2016, revirtiendo gran parte de los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

    El retroceso es prácticamente universal, ya que más del 90 % de países registran un deterioro de los niveles de su IDH en 2020 o en 2021, y más del 40 % en ambos años, una demostración de que la crisis sigue empeorando para muchos.

    Algunos países están empezando a recuperar el terreno perdido, pero la recuperación es parcial y desigual, lo que amplía aún más las brechas en el desarrollo humano a nivel global. América Latina y el Caribe se ha visto particularmente afectada como región. Al observar el IDH, que captura la situación de los países a finales de 2021, vemos que varios países de la región sufrieron retrocesos significativos en el desarrollo humano en comparación con 2019. Esto no es sorprendente, ya que la región fue una de las más afectadas por la pandemia, con el 9 % de la población mundial y el 33 % de las muertes por COVID-19 a nivel mundial a finales de 2021. También fue la región con la contracción económica más fuerte, de cerca del 7 % en 2020. Mientras que algunas economías de la región se recuperaron en 2021, la recuperación en la región fue lenta y desigual.

    El Informe examina por qué que no se están produciendo los cambios necesarios y ofrece muchas razones, como la mutua interconexión entre inseguridad y polarización y su impacto en la erosión de la solidaridad y la acción colectiva necesarias para combatir las crisis a todos los niveles. Nuevos cálculos muestran, por ejemplo, que las personas con una mayor sensación de inseguridad son más propensas a caer en el extremismo político.

    Para trazar este nuevo rumbo el Informe recomienda aplicar políticas dirigidas a fomentar las inversiones —desde las energías renovables hasta la preparación frente a las pandemias— y el aseguramiento —como la protección social— para preparar a las sociedades ante las contingencias de un mundo incierto. Al mismo tiempo, la innovación en sus múltiples variantes —tecnológica, económica, cultural— puede también desarrollar capacidades para responder a los desafíos que vayan surgiendo en el futuro.

    Fuente: PNUD 08 de septiembre de 2022