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SADER – Bienvenida Primavera: La renovación en el campo mexicano

Bienvenida Primavera: La renovación en el campo mexicano

  • En ningún lugar se vive con tanta intensidad como en el campo mexicano.

    La producción agrícola mexicana se divide en dos temporadas: primavera-verano y otoño-invierno. La primera va del 1 de marzo al 30 de septiembre, y la segunda del 1 de octubre al 28 de febrero. En estos ciclos los productos agrícolas crecen y maduran bajo las condiciones propias de la época del año en la que se establezcan.

    Entre los productos obtenidos en este ciclo destacan:
    Entre los productos obtenidos en este ciclo destacan: Jitomate – 3,461,766.43, Lechuga – 569,809.71, Chile – 3,112,480.69, Calabaza – 107,828.85, Ejote – 79,760.78, Pepino – 1,028,567.57, Col – 205,167.90, Frijol – 965,370.65 y Maíz – 26,553,239.30.

    Las abejas son el grupo con mayor diversidad y abundancia en todos los ecosistemas terrestres. Otros insectos, como moscas, avispas, hormigas, escarabajos, mariposas diurnas y nocturnas, así como colibríes y otras aves y murciélagos juegan también un papel importante en la polinización.

    La primavera es la mejor época del año para tener una huerta porque es cuando más tiempo estamos al aire libre y cuanto más rápido se disfrutan los resultados de lo que sembramos y plantamos. Es momento para sembrar/cultivar remolacha, lechugas, rúcula, chauchas, tomates, choclo, pepinos, ají y espárragos verdes. También papas, verduras orientales y aromáticas.

    La primavera en México tiene temperaturas suaves y agradables, permitiendo que las actividades al aire libre se realicen con mayor comodidad. Además, las lluvias primaverales revitalizan la tierra sedienta y aseguran una buena cosecha para los agricultores. Estos aguaceros, tan necesarios para el crecimiento de los cultivos, también contribuyen a la recarga de acuíferos y al mantenimiento de los ecosistemas acuáticos, garantizando así el equilibrio de la naturaleza.

    Fuente: SADER 21 de marzo de 2024