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ECONOMISTA – Día de la Concienciación sobre el Autismo: cifras, mitos y retos

Día de la Concienciación sobre el Autismo:
cifras, mitos y retos

  • De acuerdo con cifras de la OMS, 1 de cada 100 menores en el mundo están dentro del espectro autista y la prevalencia es mayor en niños que en niñas.

    De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autismo es un trastorno que produce afecciones diversas en el desarrollo neurológico. Las personas que están dentro del espectro pueden presentar dificultades para la comunicación y la interacción social; así como dificultad para poner atención en los detalles, cambiar de una acción o actividad a otra o reaccionar de forma poco habitutal ante sensaciones cotidianas.

    Para una sociedad incluyente, igualitaria y justa es fundamental erradicar los estigmas y prejuicios que rodean los trastornos neurológicos, entre ellos el autismo. Aquí exponemos algunos mitos y realidades sobre esta condición:

    Mito 1: “Los autistas son enfermos”

    Realidad:El autismo es un trastorno, no una enfermedad. Al ser un espectro, es importante destacar que todos los diagnósticos son distintos y, en consecuencia, las afecciones también lo son.

    Mito 2: “Las vacunas causan el autismo”

    Realidad: No hay pruebas de una relación causal entre el autismo y la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola (vacuna SPR). Tampoco se ha encontrado que otras vacunas aplicadas después de la infancia aumenten el riesgo de autismo. Aplicar el esquema de vacunas a niños y niñas es fundamental para la prevención de la salud.

    Mito 3: “Hay una epidemia de autismo”

    Realidad:El incremento en los casos diagnosticados de autismo no responde a una “epidemia”, sino a mejoras en los sistemas de detección oportuna de la salud pública y privada.

    Mito 4: “Los autistas tienen discapacidad intelectual o son genios”

    Realidad:En el espectro autista es muy amplio y se identifican diversas afecciones, algunas personas que autistas presentan deficiencias intelectuales, pero no es una regla. Por otro lado, menos del 1% de quienes están en el espectro presenta el Síndrome de Savant o genialidad.

    Mito 5: “Los autistas no tienen emociones”

    Realidad:Las personas que están en el espectro autista son capaces de sentir todas las emociones que una persona neurotípica, pero su manejo y expresión de emociones es distinta a lo que se identifica como habitual.

    Mito 6: “Las personas con autismo no pueden ser independientes”

    Realidad:Los avances en las ciencias de la salud han permitido que la detección oportuna y los estímulos generen condiciones mejores para las personas con autismo. Su desarrollo es cada vez más independiente, aunque en algunos casos requieran apoyos de otras personas.

    Algunos datos sobre el autismo:

  • En México, la estimación es de 1 de cada 115 menores y para Estados Unidos escala a 1 de cada 36 menores están en el espectro.

  • Por cada niña diagnosticada, se registran cuatro niños con autismo.

  • 4 de cada 10 niños y adolescentes austistas presentan otros trastornos, como déficit de atención, bipolaridad, ansiedad o depresión.

  • Un niño tiene 19% más probabilidades de ser diagnosticado con autismo si un hermano mayor está en el espectro.

  • Debido a la desinformación y el estigma, se observa que los menores en el espectro autista sufren más acoso escolar en comparación con los menores neurotípicos.

  • En línea con la sobrecarga de trabajo en las mujeres, se observan tasas de 70% de prevalencia de estrés, ansiedad y depresión en las madres de niños con autismo.

    Algunos de los principales retos que se identifican para mejorar la calidad de vida de quienes están en el espectro autista son:

  • Difusión de información sobre el autismo y otras neurodivergencias.

  • Mejora en los sistemas de salud pública para el diagnóstico oportuno y la atención adecuada.

  • Políticas de inclusión social y laboral.

  • Monitoreo y capacitación del personal educativo.

  • Producción de estadísticas con perspectiva de derechos.

    Fuente: EL ECONOMISTA 02 de abril de 2024