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EL ECONOMISTA – Avanza recuperación del empleo… en precariedad

Avanza recuperación del empleo… en precariedad

  • El mes pasado, la población ocupada incrementó en más de 700,000 personas, pero la recuperación se presentó únicamente en el empleo informal.

    El mercado laboral reflejó por segundo mes consecutivo las mejores condiciones de la economía tras un año de pandemia y registró un nuevo aumento entre la población ocupada. Sin embargo, el avance se dio a costa de la calidad del empleo y todos los trabajos generados en marzo se dieron en la economía informal.

    De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población ocupada tuvo un incremento de 761,866 personas en el tercer mes del año, para alcanzar un total de 53.8 millones. Este incremento redujo la tasa de desocupación a 3.89%, después de haberse ubicado en 4.37% en febrero, el nivel más bajo en lo que va del año, pero un punto más de lo reportado hace un año.

    El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó también que de los 12.5 millones personas que salieron de la fuerza laboral hace un año por el cierre de actividades económicas no esenciales ante la pandemia, 10.6 millones ya han retornado a una ocupación. Los datos de la ocupación en marzo reflejan un avance, pero también en la precariedad laboral. El empleo informal fue el único renglón que tuvo un aumento. En el mes pasado, 1.2 millones de personas se sumaron a esta condición, mientras que el empleo formal vio la salida de 354,498 trabajadores. Esta combinación llevó la tasa de informalidad a 56.8%, el nivel más alto desde febrero de 2019.

    El contraste entre ambas tasas, muestra que la informalidad no sólo fue el destino de los empleos que se crearon en marzo, también algunas personas que laboraban en la formalidad pasaron a este rubro de la ocupación. Si bien el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en marzo se crearon 88,771 plazas, el déficit del empleo formal reportado por el Inegi en el tercer mes del año podría ser un indicador de una reducción de la planta laboral en las dependencias gubernamentales.

    Por otra parte, la tasa de subocupación, otro indicador de precariedad, tuvo una reducción de 13.9 a 13.2%, aunque representa un avance en comparación con los meses críticos de pandemia, cuando llegó a abarcar al 25.4% de la población ocupada, se encuentra aún lejos a los niveles previos a la crisis, con 9.1 por ciento.

    El aumento de la población ocupada no fue generalizado si se observa el comportamiento por actividad económica. El sector que más ganó, fue el primario (agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca) con un aumento de 758,000 trabajadores, casi la misma proporción del incremento de las personas ocupadas. El sector terciario o también conocido como sector de servicios, reportó un aumento de 526,000 empleos, la mitad de estos en las actividades restauranteras y de alojamiento. Esta dinámica compensó la pérdida de 552,911 puestos de trabajo en el sector industrial (secundario).

    Fuente:EL ECONOMISTA 23 de abril de 2021