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ONU – América Latina crecerá un 2,1% en 2022, un año que se prevé más complejo que el anterior

América Latina crecerá un 2,1% en 2022, un
año que se prevé más complejo que el anterior

  • La inflación en aumento, el manejo de la deuda y los problemas estructurales de baja inversión y productividad, pobreza y desigualdad son los principales retos para su crecimiento y generación de empleos.

    América Latina y el Caribe bajará su ritmo de crecimiento a 2,1% en 2022, luego de haber alcanzado un promedio de 6,2% el año pasado, estimó la CEPAL, explicando que la desaceleración ocurre en medio de las grandes disparidades que hay en las capacidades de los países desarrollados, emergentes y en desarrollo para implementar políticas fiscales, sociales, monetarias, de salud y de vacunación con miras a una recuperación sostenible de la crisis desatada por la pandemia de COVID-19.

    Los motores económicos de la región tendrán un desempeño bajo este año. La CEPAL estima que Brasil, la economía más grande, será la que menos crezca con apenas un 0,5%. México, por su parte avanzará 2,9%, Colombia 3,7% y Chile 1,9%.

    En la conferencia de prensa en México para la presentación del Balance Preliminar de la Economías de América Latina y el Caribe 2021, elaborado por la CEPAL, Alicia Bárcena señaló que en un escenario como el que plantea el 2022, es crucial la creatividad “para poder articular políticas fiscales y monetarias con mayor coordinación y con una mirada de mediano plazo”.

    No obstante los retrocesos, la CEPAL prevé una ligera mejoría en los niveles de pobreza y pobreza extrema, con una disminución del 1,5% de la pobreza, y del 0,7% de la pobreza extrema.

    El estudio de la CEPAL atribuye la compleja realidad de la región en 2022 a la perseverancia e incertidumbre sobre la evolución de la pandemia; la fuerte desaceleración del crecimiento mundial; la persistencia de la baja inversión, la productividad y la lenta recuperación del empleo; la persistencia de los efectos sociales provocados por la crisis; el menor espacio fiscal; los aumentos en las presiones inflacionarias; y los desequilibrios financieros.

    El informe destaca que el menor crecimiento mundial significará una menor demanda externa y un menor crecimiento del comercio mundial, lo que impactará directamente a las economías latinoamericanas. En cuanto a los precios de las materias primas, de cuyas exportaciones depende gran parte del PIB regional, las proyecciones apuntan a una disminución o, en el mejor de los casos, a que se mantengan al nivel de 2021, pero no a que suban.

    Por lo mismo, la recuperación de los países de la región dependerá, sobre todo, de la demanda interna, que en 2021 tuvo un repunte con el mayor consumo propulsado por los apoyos en efectivo implementados por los gobiernos para sortear la emergencia del COVID-19 y por las remesas, que crecieron un 30%.

    Para controlar la inflación y no frenar el crecimiento, las autoridades monetarias deben echar mano de todos los instrumentos con los que cuentan, más allá de la tasa de interés. También abogó por incrementar los niveles de recaudación y mejorar la estructura tributaria.

    Fuente: ONU 12 de enero de 2022