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CONEVAL – Reducir las brechas de desigualdad observadas en la población infantil y adolescente

Reducir las brechas de desigualdad
observadas en la población infantil y adolescente

  • En 2022, el 71.9% de las niñas, niños y adolescentes que presentaron alguna discapacidad asistió a la escuela, mientras que en la población infantil y adolescente sin discapacidad el porcentaje de asistencia fue de 88.4%, una brecha de 15.7 puntos porcentuales.

  • En 2022, cerca de dos tercios (63.3%) de la población infantil y adolescente habitaba en viviendas con dotación diaria de agua.

  • En el mismo año (2022) se observó una brecha de acceso a la atención prenatal entre mujeres hablantes de lengua indígena y no hablantes de lengua indígena, de 14.2 puntos porcentuales; lo que subraya la importancia de establecer políticas sociales diferenciadas, para garantizar el derecho a la salud mediante la atención médica de calidad, en particular durante el embarazo.

  • En 2022, el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que se encontraba en situación de pobreza multidimensional fue de 45.8%. El 9.9% estaba en situación de pobreza extrema y 35.9% en pobreza moderada.

    En el marco del Día del Niño y la Niña, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presenta indicadores que señalan las brechas de desigualdad en la población infantil y adolescente en México en materia de salud, educación y vivienda.

    La información de los indicadores de la población infantil y adolescente destaca la persistencia y, en ciertos casos, la profundización de las brechas de desigualdad en el acceso efectivo a los derechos sociales en este grupo poblacional prioritario por diversos motivos; lo que reafirma el señalamiento de la urgente necesidad de diseñar políticas de desarrollo social basadas en evidencia, que prioricen la atención de las niñas, niños y adolescentes (NNA), con la finalidad de garantizar sus derechos.

    Principales brechas de desigualdad en educación,
    salud y vivienda del SIDS, serie 2016 – 2022

    Educación

    El impulso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es relevante en el acceso al conocimiento y desarrollo de la población infantil y adolescente. En este sentido, los resultados de la educación en la infancia y adolescencia están fuertemente influenciados por la accesibilidad a medios digitales, determinada a su vez por la disponibilidad de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes en la vivienda.

    Dado que está ampliamente documentado que la población infantil y adolescente que no asiste, o abandona la escuela de manera temprana, enfrenta desventajas significativas a lo largo de su vida; las niñas, niños y adolescentes (NNA) deben acceder a la educación sin discriminación. En el caso de las NNA que presentaron alguna discapacidad, en 2020, el 72.0% asistieron a la escuela,
    mientras que 87.8% de las NNA que no presentaron alguna discapacidad asistieron, lo que se traduce en una brecha de 15.7 puntos porcentuales. En 2022, la brecha se mantuvo alrededor de 16 puntos porcentuales, debido a que el porcentaje de niñas, niños y adolescentes con discapacidad que asistía a la escuela fue de 71.9% y su contraparte en 88.4%.

    Como indican los datos, la falta de apoyos dirigidos a la población que asiste a la escuela se agudiza entre quienes cursan el nivel preescolar, edad en la que la falta de calidad, accesibilidad y disponibilidad de los medios para garantizar los derechos sociales a la población, tiene efectos irreversibles en su desarrollo, por lo que es necesario que las políticas, programas y acciones, orientadas a garantizar el derecho a la educación, favorezcan su atención de acuerdo con el principio de “interés superior de la niñez”.

    Salud

    En 2022, solo el 76.9% de las mujeres hablantes de lengua indígena tuvieron acceso a atención prenatal, lo que representa una brecha de 14.2 puntos porcentuales entre las mujeres hablantes y no hablantes, ya que el 91.1% de las mujeres no hablantes de lengua indígena declararon haber tenido al menos 4 consultas prenatales.

    En el ámbito de la salud, está comprobado que la actividad física regular mejora significativamente el estado de salud de niñas, niños y adolescentes en comparación con aquellos
    que son sedentarios. En 2018, solo el 12.5% de las niñas de 10 a 14 años realizaba actividad física al menos 60 minutos al día durante 7 días a la semana, en contraste con el 17.9% de los niños de la misma edad, lo que muestra una brecha de 5.4 puntos porcentuales entre los géneros.

    Vivienda

    La vivienda es reconocida como el espacio donde niñas, niños y adolescentes realizan gran parte de las actividades cotidianas fundamentales para su desarrollo, por lo que resulta esencial que esta cuente con las condiciones adecuadas, entre ellas el acceso a servicios básicos; a este respecto, los indicadores del SIDS muestran que en 2018 67.7% de la población infantil y adolescente habitaba en viviendas con dotación diaria de agua; mientras que en 2022 pasó a 63.3%.

    Adicionalmente, al considerar los ingresos de los hogares de los que forma parte esta población, se observa que, en 2022, el 69.6% de la población menor de 18 años en hogares con ingresos por encima de la Línea de Pobreza (LP) residía en viviendas con suministro diario de agua, mientras que 57.8% de los menores de 18 años, que son integrantes de hogares con ingresos por debajo de la LP
    contaba con este servicio; lo que muestra una brecha de 11.8 puntos porcentuales.

    Pobreza en la población infantil y adolescente

    La información del SIDS complementa los resultados de la medición multidimensional de la pobreza que, para 2022, muestra que el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que se encontraba en situación de pobreza multidimensional fue de 45.8%. El 9.9% en situación de pobreza extrema y 35.9% de pobreza moderada.

    Desagregando la información por grupo de edad se observa que la pobreza es mayor para la primera infancia (0 a 5 años) con 48.1% en situación de pobreza, mientras que en la población de 6 a 11 y de 12 a 17 años se reportó un porcentaje de 47.0% y 42.9%, respectivamente. También la pobreza extrema tuvo mayor incidencia en la primera infancia, registrando un nivel de 11.6%.

    Fuente: CONEVAL 29 de abril de 2024