CEIEG.


FAO – Informe de las Naciones Unidas: Reducir los costos comerciales puede ayudar a impulsar el desarrollo sostenible

Informe de las Naciones Unidas: Reducir los costos
comerciales puede ayudar a impulsar el desarrollo sostenible

  • En El estado de los mercados de productos básicos agrícolas de la FAO se examinan formas de mejorar la contribución del comercio a la seguridad alimentaria, la resiliencia y los objetivos ambientales

    Un sistema agroalimentario mundial robusto y bien integrado puede ayudar a todos los países a resistir dificultades sin precedentes, como quedó patente durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) a principios de 2020, cuando los mercados agroalimentarios mundiales demostraron tener una notable resiliencia.

    En la nueva edición del informe SOCO se examina la forma en que puede hacerse frente a los retos del desarrollo sostenible, tanto presentes como futuros, mediante iniciativas multilaterales y regionales que se refuercen mutuamente. Esto se hace con la mirada puesta en los mercados agroalimentarios mundiales, la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, el crecimiento económico y los resultados relacionados con el medio ambiente, teniendo presente que no se puede esperar que las políticas comerciales aborden plenamente todas las compensaciones recíprocas que todo ello conlleva y que se requieren medidas complementarias.

    El informe tiene la finalidad de orientar a los encargados de la formulación de políticas para que encuentren formas de velar por que las políticas comerciales salvaguarden la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, respeten el medio ambiente y refuercen la resistencia a perturbaciones como conflictos, pandemias y fenómenos meteorológicos extremos.

    Hoy en día, son más los países que comercian entre sí y el mercado agroalimentario mundial está más equilibrado que en 1995. Aun así, la geografía del comercio trazada en SOCO 2022 pone de manifiesto que, aunque la riqueza mundial haya crecido, la proporción que corresponde a los países de ingresos bajos no ha cambiado apenas y las diferencias entre los países en lo que refiere a la productividad agrícola pueden ser enormes.

    Uno de los motivos es que los mayores costos comerciales —que guardan relación con los aranceles, los seguros, los procedimientos de exportación e importación, los retrasos en frontera y la necesidad de cumplir numerosas normas y medidas no arancelarias— pueden obstaculizar la integración y afectar a la transformación estructural de las economías. En los países de ingresos bajos, la suma de los costos comerciales puede añadir hasta un 400 % al precio final de un producto, porcentaje muy superior al de los artículos intercambiados por países de ingresos altos.

    Otra de las conclusiones del informe es el valor de la diversificación de los socios comerciales en lo que respecta a reducir la vulnerabilidad ante posibles perturbaciones, especialmente para los países con una elevada dependencia de las importaciones de productos alimenticios.

    En conjunto, el comercio agroalimentario puede mejorar la eficiencia en el uso de la tierra y el agua, pero también puede tener efectos ambientales negativos. Las reglas comerciales multilaterales y el creciente número de acuerdos comerciales regionales contemplan disposiciones relativas al medio ambiente que, cuando son jurídicamente vinculantes, pueden ayudar a enfrentar los efectos ambientales del comercio.

    No obstante, en el informe se afirma que las externalidades ambientales de alcance mundial, como las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático, se abordan con mayor eficacia a través de enfoques multilaterales, con reglas comerciales que ayuden a ampliar el alcance de políticas que tienen en cuenta los costos totales de esos efectos.

    El informe SOCO, que se publica cada dos años, presenta las cuestiones relativas a los mercados de productos básicos de forma objetiva y accesible para los responsables de la formulación de políticas, los observadores de dichos mercados y las partes interesadas en la evolución de los mercados de productos básicos agrícolas y en las consecuencias que tienen para los países en diferentes niveles de desarrollo económico.

    Fuente: FAO 28 de junio de 2022