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OCDE – Continúa el crecimiento positivo, aunque frágil, y la inflación persistente representa un riesgo clave

Continúa el crecimiento positivo, aunque frágil, y
la inflación persistente representa un riesgo clave

  • La economía global fue más fuerte de lo esperado en la primera mitad de 2023, pero las perspectivas de crecimiento son débiles, la inflación está demostrando ser persistente y existen importantes riesgos a la baja, según las últimas Perspectivas Económicas Provisionales de la OCDE.

    La inflación general ha ido disminuyendo, a medida que los precios de la energía y los alimentos han caído, pero en muchos países sigue por encima de las metas de los bancos centrales. Se prevé que la inflación general siga retrocediendo gradualmente hasta 2023 en los países del G20, del 7,8% en 2022 al 6,0% en 2023 y al 4,8% en 2024. La inflación subyacente sigue siendo persistente, impulsada por el sector de servicios y unos mercados laborales aún relativamente ajustados, y requerirá Los bancos centrales de muchos países han obligado a mantener una postura restrictiva de su política monetaria.

    Se proyecta un crecimiento anual del PIB en Estados Unidos del 2,2% en 2023 y del 1,3% en 2024, con una desaceleración impulsada por el enfriamiento de los mercados laborales y, en términos más generales, por los efectos de una política monetaria más estricta. En la zona del euro, donde la demanda ya es débil, se prevé que el crecimiento del PIB se desacelere hasta el 0,6% en 2023 y aumente hasta el 1,1% en 2024 a medida que se desvanezca el impacto adverso de la alta inflación sobre los ingresos reales. La recuperación de China es más débil de lo esperado tras la reapertura pospandemia, con un crecimiento proyectado del 5,1% este año y del 4,6% en 2024.

    Las Perspectivas destacan una serie de riesgos a la baja. La inflación podría seguir siendo más persistente de lo previsto, y aún es posible que se produzcan más perturbaciones en los mercados de energía y alimentos. Una mayor desaceleración en China frenaría el crecimiento de los socios comerciales en todo el mundo y podría afectar la confianza empresarial. La deuda pública sigue siendo elevada en muchos países, tras el importante apoyo fiscal implementado en respuesta a la pandemia de COVID-19 y la crisis de los precios de la energía.

    Para enfrentar la inflación, la OCDE dice que la política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionarias están disminuyendo de manera duradera. A medida que se materialicen los efectos de las alzas pasadas, es probable que las tasas de interés en muchos países deban permanecer en sus niveles actuales o cerca de ellos hasta 2024.

    Los gobiernos deben diseñar e implementar planes fiscales creíbles a mediano plazo que reconozcan y respondan a las crecientes necesidades de gasto futuro para abordar el envejecimiento de la población, la defensa, el cambio climático y las crecientes cargas de deuda. Si bien las políticas macroeconómicas siguen siendo restrictivas, una mejor asignación de los recursos públicos ayudaría a abordar la transición climática.
    Se necesitan urgentemente reformas estructurales para impulsar el crecimiento. A medida que las economías enfrentan transformaciones estructurales, incluidas las transiciones climática y digital, se necesitan reformas para mejorar la resiliencia y la innovación. Esto incluye eliminar las barreras a la entrada al mercado y al comercio transfronterizo, promover la competencia y adaptar las políticas de competencia a la era digital, y mejorar el desarrollo de habilidades.

    Fuente: OECD 19 de septiembre de 2023