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OCDE – Perspectivas Económicas de la OCDE: Proyecciones para países latinoamericanos

 

Está previsto que el crecimiento económico de América Latina se recupere en la segunda mitad de 2015 y gane más velocidad hacia su crecimiento potencial en 2016, aunque con notables diferencias entre países. El repunte refleja el progreso en la economía global, donde se espera que la actividad mejore gradualmente.

 

Con su primacía como gran exportador de materias primas, América Latina se vio golpeada por la caída en los precios del petróleo, lo que ha deteriorado sus términos de intercambio. Además, la región ha estado afectada por una mayor volatilidad en los flujos de capital y depreciaciones.  No obstante, los países han mostrado un alto grado de resistencia frente a estos shocks. Este ha sido especialmente el caso en países con unos fundamentos de política macroeconómica sólidos. Los países cuya posición presupuestaria es estable necesitan una menor consolidación fiscal a pesar de la caída en los ingresos públicos relacionada con las exportaciones de materias primas.

 

Reformas estructurales adicionales en América Latina contribuirían de forma importante a las perspectivas económicas de medio plazo y a fortalecer el progreso social alcanzado durante la última década. Las reformas profundas deberían centrarse en cuatro prioridades: aumentar la productividad, reducir la desigualdad, reforzar las instituciones y mejorar la sostenibilidad. Un compromiso continuo con estas prioridades de política no sólo contribuiría a un mayor crecimiento económico sino también a potenciar la resistencia frente a nuevos shocks y reducir el riesgo de bruscas ralentizaciones como resultado de la evolución de la economía global.

 

América Latina se beneficiará de una economía global que comienza a moverse más deprisa

    Después de dos años de ralentización,  se espera que el crecimiento económico global en América Latina se acelere en el transcurso de 2015 y gane más velocidad en 2016. Este repunte en la actividad vendrá motivado por una mayor demanda externa, ya que está previsto que el crecimiento global se refuerce a lo largo de 2015 y 2016. La recuperación en las economías avanzadas estará impulsada por la mejora en la confianza de los consumidores e inversores, así como por las favorables condiciones de la política monetaria, un menor ritmo de consolidación fiscal, y precios  de la energía más bajos. Aunque heterogéneo, el efecto de estos cambios en las economías latinoamericanas es en general positivo.

 

 

 

 

Está previsto que el fortalecimiento de la economía de los Estados Unidos  incremente la demanda de bienes de la mayoría de países en Latinoamérica, con un impacto más fuerte en los principales socios comerciales, notablemente México y Costa Rica. En los Estados Unidos, el crecimiento se recuperará gracias a unas condiciones monetarias favorables, una menor consolidación fiscal, precios de la energía más bajos y un aumento de la riqueza de los hogares. Asimismo, la recuperación del crecimiento en Europa y Japón vendrá apoyada por los menores precios del petróleo, la depreciación de sus monedas y un estímulo monetario, lo que probablemente incrementará la demanda de bienes industriales de los países de América Latina. En China, se espera que el crecimiento económico se modere a medida que la economía transite hacia una mayor importancia del consumo de servicios frente a la inversión, y por tanto, se prevé que las importaciones se debiliten.

 

Las implicaciones de la aguda caída del precio del petróleo difieren de país a país, pero en general tendrán un efecto positivo en América Latina. Precios más bajos tendrán un impacto negativo en el comercio y las cuentas fiscales de aquellos países con elevadas exportaciones de  petróleo, por ejemplo Colombia y México. Sin embargo, el resto de países de la región se beneficiarán por el impulso a los ingresos reales de los hogares, reduciendo la necesidad de subsidios energéticos y mejorando las cuentas externas.

 

 

México – Resumen Previsión Económica (junio de 2015)

 

La recuperación económica de México está fortaleciendo, liderado por la demanda de importaciones de Estados Unidos para las manufacturas y una moneda más débil. El PIB real se prevé que crezca un 2,9% en 2015 y 3,5% en 2016. Las exportaciones Reafirmante finalmente han permitido que el rebote para ganar velocidad, y la inversión ha comenzado a recuperar el terreno perdido. A pesar de los precios del petróleo, las nuevas ofertas están atrayendo un gran interés a raíz de las recientes reformas del sector energético. Amplias reformas a la competencia, la energía y la regulación del mercado han ayudado a aumentar la confianza, mientras que la política monetaria ha sido de apoyo.

 

Mientras que la política monetaria se ha mantenido en suspenso hasta el momento, tendrá que ser elevado las tasas de interés una vez que la Reserva Federal de Estados Unidos eleva sus tasas de prevenir posibles salidas de capital. El gasto se ha reforzado a principios de 2015 y un presupuesto equilibrado todavía está previsto en 2017.

 

El gasto total de inversión ha ido en aumento con fuerza, en particular para los bienes de equipo, mientras que la construcción residencial también está aumentando, aunque de forma más gradual. Determinado esfuerzos para aplicar las amplias recientes reformas estructurales ofrecen la mejor oportunidad para impulsar la inversión y la productividad, ayudando a asegurar ganancias más rápidos y sostenibles en el bienestar futuro.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: OCDE 03.Junio.2015