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OIT – Mejorar la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional para hacer frente al desajuste de cualificaciones y mano de obra

Mejorar la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional para hacer frente al desajuste de cualificaciones y mano de obra

  • Estudio conjunto Banco Mundial / OIT / UNESCO

    Los sistemas de enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) de muchos países de ingresos bajos y medianos no se ajustan a las necesidades del mercado laboral y no están preparados para satisfacer el gran aumento de la demanda de EFTP en los próximos años, según un nuevo estudio conjunto del Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO.

    Presentado antes del Día Mundial de las Competencias de los Jóvenes (15 de julio), el estudio Building Better Formal TVET Systems: Principles and Practice in Low- and Middle-Income Countries es el primer análisis mundial riguroso de los retos y las reformas de la EFTP en las economías en desarrollo.

    En el contexto de la rápida evolución de los mercados de trabajo y de las necesidades de cualificación debido a la globalización, el progreso tecnológico, la transformación demográfica y el cambio climático, la necesidad de una EFTP eficaz es aún mayor para garantizar transiciones laborales fluidas. Esto es especialmente crítico ya que el desempleo juvenil mundial se sitúa en el 16% en 2022, mucho más alto que la tasa de desempleo general. Estos promedios ocultan grandes disparidades entre países, especialmente en los países de renta baja y media.

    Sin embargo, según el informe, a pesar de su gran potencial, la formación no suele estar a la altura de las expectativas en los países de renta baja y media. Esto se debe en gran medida a las dificultades a las que se enfrentan los alumnos, a la falta de apoyo de los profesores y a los escasos incentivos para los proveedores.

    El informe constata que son muchos los factores que afectan a los resultados de la EFTP, como el acceso, la equidad, la calidad y la pertinencia. Muchas instituciones se centran en lo que saben hacer, que suelen ser competencias técnicas, pero no en lo que necesitan los estudiantes o las empresas, como competencias cognitivas, digitales o empresariales.

    El informe señala que es posible transformar los sistemas de EFTP en los países de ingresos bajos y medios aprovechando los nuevos datos y tecnologías, y aprovechando las enseñanzas extraídas de experiencias anteriores, incluida la pandemia de COVID-19. Movilizar la financiación privada puede infundir recursos adicionales a la EFTP, a menudo necesarios dado que los países de renta baja y media gastan menos del 0,2% del PIB en EFTP, frente al 0,46% de los países de renta alta.

    En las próximas dos décadas, es probable que las tendencias demográficas y el aumento de las tasas de finalización de estudios en los niveles inferiores de la enseñanza provoquen un incremento exponencial del número de estudiantes de EFTP. En Burundi, Malí y Uganda, se espera que el número de estudiantes de EFTP de secundaria se multiplique por más de cuatro; en Níger, se espera que el número se multiplique por diez. Muchos de estos países se enfrentan ya a la creciente presión que suponen los elevados porcentajes de jóvenes que no reciben educación, empleo o formación.

    El informe subraya que cuando la EFTP funciona bien, sus titulados poseen las cualificaciones adecuadas para los empleos actuales, pero también están preparados para adaptarse en el futuro a medida que cambien las necesidades de cualificación. Unos sistemas de EFTP sólidos pueden ayudar a los países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible apoyando de forma sostenible y eficiente el empleo y la productividad.

    Fuente: OIT 12 de julio de 2023