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OMS – La tuberculosis se recupera de la pandemia pero es necesario acelerar las actividades para cumplir las nuevas metas

La tuberculosis se recupera de la pandemia pero es necesario acelerar las actividades para cumplir las nuevas metas

En el Informe mundial sobre la tuberculosis 2023 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pone de relieve la importante recuperación registrada a escala mundial en la ampliación de los servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis en 2022. El informe constata una tendencia alentadora, esto es, que empiezan a remitir los efectos perjudiciales de las perturbaciones debidas a la COVID-19 en los servicios de tratamiento de la tuberculosis.

Con datos procedentes de 192 países y zonas, el informe muestra que en 2022 se diagnosticó tuberculosis a 7,5 millones de personas, la cifra más alta registrada desde que la OMS iniciara el seguimiento mundial de la tuberculosis en 1995.

A escala mundial, se estima que en 2022 10,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis, un aumento con respecto a los 10,3 millones de 2021. Desde un punto de vista geográfico, en 2022 la mayoría de las personas que enfermaron de tuberculosis vivían en las Regiones de la OMS de Asia Sudoriental (46%), África (23%) y el Pacífico Occidental (18%), con porcentajes menores en el Mediterráneo Oriental (8,1%), las Américas (3,1%) y Europa (2,2%).

La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) sigue siendo una crisis de salud pública. Si bien se estima que en 2022 unas 410 000 contrajeron tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina (TB-MDR/RR), solo dos personas de cada cinco tuvieron acceso a tratamiento. Se han registrado progresos en el desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas, medicamentos y vacunas contra la tuberculosis, si bien los avances se ven limitados por el nivel general de inversión en dichos ámbitos.

Pese a la importante recuperación de 2022, los progresos han sido insuficientes para cumplir las metas mundiales contra la tuberculosis fijadas en 2018, a lo que han contribuido de forma destacada las perturbaciones debidas a la pandemia y los conflictos en curso:

  • El descenso neto en muertes vinculadas a la tuberculosis de 2015 a 2022 fue del 19%, muy lejos del hito de la Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS, esto es, una reducción del 75% para 2025;

  • En torno al 50% de los pacientes de tuberculosis y sus familias se enfrentan a costos totales catastróficos (gastos médicos directos, gastos no médicos y costos indirectos, como pérdidas de ingresos que ascienden a más del 20% de los ingresos totales en el hogar), lejos de la meta de la Estrategia, esto es, cero;

  • Las metas establecidas para 2018-2022 en la declaración política de la primera reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis no se han cumplido, ya que solo recibió tratamiento contra la tuberculosis el 84% de los 40 millones de personas que deberían haberse beneficiado de tratamiento; y solo el 52% de los 30 millones de personas que deberían haber recibido tratamiento preventivo contra la tuberculosis tuvieron acceso al tratamiento; y

  • Se movilizó menos de la mitad de la financiación destinada a la prestación de servicios y la investigación contra la tuberculosis.

    En el informe se subraya además la importancia de la acción concertada entre el sector de la salud y otros sectores para abordar los determinantes sociales, ambientales y económicos de la tuberculosis y las consecuencias de la inacción. La OMS sigue apoyando la participación de otros sectores en la respuesta a la tuberculosis a través de su marco de rendición de cuentas multisectorial. En 2022, al margen del sector de la salud, el de la educación fue el sector que más participó en la promoción de actividades e intercambio de información sobre la tuberculosis, seguido del sector de la defensa y el de la justicia, para los servicios de atención y prevención de la tuberculosis, y el sector del desarrollo social para el apoyo a los pacientes, incluida la provisión de prestaciones económicas, sociales y nutricionales.

    En el informe se hace hincapié en que para poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis los compromisos asumidos en la reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis deben traducirse en acciones concretas, a fin de cambiar las vidas y los medios de subsistencia en las comunidades.

    Fuente: OIT 07 de noviembre de 2023