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ONU – Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, 6 de febrero

Día Internacional de Tolerancia Cero
con la Mutilación Genital Femenina

  • Cumplir con la promesa mundial de acabar con la mutilación genital femenina en 2030

    La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas. Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte.

    En los últimos 25 años, la prevalencia de la mutilación genital femenina ha disminuido en todo el mundo. En la actualidad, una niña tiene un tercio menos de probabilidades de sufrirla que hace 30 años. Sin embargo, las crisis humanitarias como los brotes de enfermedades, el cambio climático o los conflictos armados, entre otras, podrían hacer peligrar el mantenimiento de estos logros y consecuentemente hacer retroceder los avances hacia la consecución de la igualdad de género y del fin de la mutilación genital femenina para 2030.

    Más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital femenina. Este año, casi 4,4 millones de niñas correrán el riesgo de sufrir esta práctica nociva; lo que equivale a más de 12.000 casos diarios. Cuando quedan siete años para que finalice la década de acción, nuestras actuaciones colectivas deben centrarse en la creación de entornos en los que las niñas y las mujeres puedan ejercer su poder y su capacidad de elección, disfrutando plenamente de sus derechos a la salud, la educación y la seguridad. Esto es posible si invertimos en iniciativas dirigidas por supervivientes de la mutilación genital femenina que están poniendo en tela de juicio normas sociales y de género perjudiciales. Sus voces y acciones pueden transformar normas sociales y de género que están profundamente arraigadas.

    Aunque la práctica se ha mantenido por más de mil años, se puede acabar con la mutilación genital femenina en una sola generación es todavía posible si aceleramos para que el proceso vaya diez veces más rápido. Por este motivo, las Naciones Unidas luchan por su eliminación plena para 2030, siguiendo el espíritu del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.

    Para ello cuenta desde 2008 con el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la MGF dirigido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF. Ese programa se centra en la actualidad en 17 países africanos principalmente.

    Fuente: OIT 06 de febrero de 2024