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BANCO MUNDIAL – Jubilarse a los 65, inalcanzable para millones de latinoamericanos

 

 

Las bajas pensiones y el aumento de la expectativa de vida plantean un desafío para los países de la región

 

En América Latina, a pesar de los significativos avances en los sistemas de pensiones durante la última década, la mayoría de adultos mayores deben seguir trabajando pasada la edad media de retiro.

 

¨Depende mucho de cuánto ahorraron. Si antes vivías hasta los 70 y te jubilabas a los 58, tenías 12 años de jubilación. Hoy en día la esperanza de vida es más alta, y si vives hasta los 80 necesitas trabajar más¨, explica Michele Gragnolati, experto en desarrollo humano del Banco Mundial.

 

La realidad latinoamericana muestra que las pensiones son tan bajas que muy pocos afortunados pueden permitirse no trabajar después de los 65 años. Esta es la pensión que reciben los jubilados en algunos países:

 

 
  • Argentina: mínima de 3.821 pesos argentinos (442 USD)
 
  • México: mínima de aproximadamente 1.600 pesos mexicanos (110 USD)
 
  • Brasil: mínima de 772 reales (300 USD)
 
  • Colombia: mínima de 644.350 pesos colombianos (270 USD)
 
  • Perú: mínima de 415 nuevos soles (136 USD)

 

 

A pesar de las bajas retribuciones, América Latina ha logrado ofrecer cobertura a más de la mitad de sus adultos mayores, unos 30 millones de personas. Y lo ha logrado a través de tres estrategias diferentes: dando beneficios a todos los adultos mayores (en Bolivia y Trinidad y Tobago); incluyendo a los excluidos (en Argentina, Brasil, Chile, Panamá y Uruguay); y focalizándose en los más vulnerables (en Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Paraguay y Perú).

 

Una oportunidad inigualable

Para el 2050, la población mayor de 65 años se triplicará. Este cambio demográfico impactará en la productividad de los países y, paralelamente, será más difícil satisfacer la creciente demanda de servicios públicos como los de salud o jubilación, especialmente en sociedades de ingreso bajo y medio como las latinoamericanas.

 

La buena noticia es que actualmente el 65% de la población latinoamericana está en edad de trabajar, hecho que supone una ventaja demográfica al ofrecer las herramientas para un aumento de la productividad. Este porcentaje, afirman los expertos, seguirá subiendo en los próximos años.

 

Esta situación de supuesta alta productividad ofrece a los países de la región una oportunidad inmejorable para ahorrar, invertir en capital humano y físico y garantizar la acumulación de capital.

 

Estos esfuerzos, opinan los expertos, serán vitales para que en el futuro, cuando disminuya la proporción de personas en edad de trabajar y aumente el porcentaje de adultos mayores, se puedan brindar servicios públicos de calidad.

 

 

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 09.Febrer0.2015