Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, 15 de julio
El talento de una juventud resiliente en la era del COVID-19 y más allá
El Día Mundial de la Juventud 2020 se celebra en un contexto desafiante. Las medidas de bloqueo y la pandemia de COVID-19 han llevado al cierre mundial de las instituciones de educación y formación técnica y profesional (EFTP), amenazando la continuidad del desarrollo formativo.
Se estima que actualmente cerca del 70% de los jóvenes matriculados se han visto afectados por el cierre de las escuelas. De acuerdo a la encuesta de instituciones EFTP, que cuenta con datos recogidos conjuntamente por la UNESCO, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Banco Mundial, la capacitación a distancia se ha convertido en la forma más común de impartir conocimiento, no sin ciertas dificultades con respecto, entre otras cosas, a la adaptación de los planes de estudio, la preparación de aprendices y formadores, la conectividad o los procesos de evaluación y certificación.
Antes de la crisis actual, los jóvenes de 15 a 24 años tenían tres veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados y a menudo se enfrentaban a un período prolongado de transición de la escuela al trabajo. En las sociedades posteriores a COVID-19, a medida que los jóvenes deben contribuir al esfuerzo de recuperación, deberán estar equipados con las habilidades adecuadas para manejar con éxito los desafíos y la capacidad de adaptación para adaptarse a futuras interrupciones.
En el mundo actual, el creciente desempleo juvenil es uno de los problemas más acuciantes con los que se enfrentan las economías y sociedades, tanto de países desarrollados como en desarrollo. El último informe “Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: la tecnología y el futuro de los empleos” muestra que desde 2017, ha habido una tendencia al alza en el número de jóvenes que están desempleados y no cursan estudios ni reciben formación (los ninis).
En 2016 había 259 millones de jóvenes clasificados como ninis, un número que aumentó a una cifra aproximada de 267 millones en 2019, y se proyecta que continúe subiendo a alrededor de 273 millones en 2021. En términos de porcentaje, la tendencia también aumentó ligeramente de 21.7 % en 2015 a 22.4% en 2020, lo que implica que se perderá el objetivo internacional de reducir la tasa de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben formación para 2020.
La enseñanza y la formación son cruciales para cumplir la Agenda 2030. La visión de la Declaración de Incheon: Educación 2030 queda plenamente plasmada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. En la agenda Educación 2030 se presta gran atención al desarrollo de competencias técnicas y profesionales, específicamente en lo que se refiere al acceso a una enseñanza y formación técnica y profesional asequible y de calidad; la adquisición de competencias técnicas y profesionales con miras al empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial; la eliminación de las disparidades entre los géneros y la garantía de acceso de las personas vulnerables. En este contexto, se espera que la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) permita responder a múltiples demandas de naturaleza económica, social y ambiental ayudando a los jóvenes y adultos a desarrollar las competencias que necesitan para el empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial, promoviendo el crecimiento económico sostenible e inclusivo y apoyando la transición a las economías ecológicas y la sostenibilidad ambiental.
Fuente: ONU 15 julio de 2020