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BANCO MUNDIAL – Tres principios para un desarrollo sin emisiones de carbono

 

 

 

Un nuevo informe explica cómo lograr un desarrollo sin emisiones de carbono aplicando tres principios

 

 

Para evitar que las temperaturas aumenten más de 2 °C en el presente siglo, como lo han acordado los Gobiernos, se requerirá transformar las maneras cómo se usa la energía en el mundo.

 

Un nuevo informe del Banco Mundial enuncia tres principios para facilitar la transición hacia un futuro con cero emisiones y ofrece datos, ejemplos y asesoramiento en materia de políticas para ayudar a los países a lograr tal cambio.

 

En un nuevo informe del Grupo Banco Mundial se enuncian tres principios que los países pueden aplicar para reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero y estabilizar el cambio climático: planificar teniendo en cuenta el objetivo final y no solo el corto plazo; corregir los precios, como parte de un conjunto amplio de políticas que produzcan cambios en las inversiones y el comportamiento; y facilitar la transición para los más afectados.

 

Planificar a largo plazo

El informe está concebido para ayudar a las autoridades de los países desarrollados y los países en desarrollo a establecer prioridades a medida que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero con el propósito de llevar a cero las emisiones mundiales netas. Es preciso empezar por planificar a largo plazo invirtiendo hoy en la investigación y la tecnología que se necesitarán dentro de varias décadas y evitando decisiones que puedan consolidar patrones de crecimiento con elevadas emisiones de carbono e inversiones en infraestructura que quedarán obsoletas en un futuro donde el nivel de emisiones sea bajo.

 

Corregir los precios como parte de un conjunto amplio de políticas

También se necesita un conjunto amplio de políticas, incluida la fijación del precio del carbono, para incentivar la implementación de planes de crecimiento con bajos niveles de carbono y el financiamiento de proyectos a este fin.

 

En el informe se explica que tal fijación a través de un impuesto sobre el carbono o un mercado del carbono es una forma eficiente de obtener ingresos y, al mismo tiempo, alentar la disminución de las emisiones; también se exponen las razones por las cuales un impuesto de esa índole puede ser más sencillo de administrar y más difícil de evadir que otros. La determinación del precio del carbono es una opción válida para los países en todos los niveles de ingreso, siempre que lo recaudado se utilice para financiar el desarrollo y poner fin a la pobreza.

 

Facilitar la transición

La transición hacia un crecimiento con bajos niveles de carbono tendrá consecuencias económicas. En el informe se describen las medidas que los gobiernos pueden adoptar a fin de facilitar la transición para los más afectados e intensificar el apoyo a los cambios protegiendo a los hogares pobres contra los efectos de los aumentos de precios y ayudando a las empresas a reconvertirse para actuar en un mundo más limpio.

 

“Los datos de 22 países en desarrollo muestran que, si las subvenciones a los combustibles fósiles se reemplazaran por transferencias universales de efectivo, la población que representa el 60 % inferior en la escala de ingresos se beneficiaría de la reforma”, señaló Stephane Hallegatte, economista superior, Cambio Climático, y autora principal del informe.

 

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 11.Mayo.2015