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OCDE – Mejorar la calidad del empleo y reducir las brechas de género son medidas esenciales …

 

Mejorar la calidad del empleo y reducir las brechas de género son medidas esenciales para resolver la creciente desigualdad

 

La desigualdad en los ingresos ha alcanzado alzas sin precedentes en la mayoría de los países de la OCDE y se mantiene en niveles aún más altos en muchas economías emergentes. Según un nuevo informe de la OCDE, la población que ocupa el 10% superior de la escala de ingresos en la OCDE ahora gana 9.6 veces el ingreso de la población que ocupa el 10% inferior, arriba de la proporción 7:1 que prevalecía en la década de 1980 y la de 9:1 de la década de 2000.

 

El nuevo informe de la OCDE, In It Together: Why Less Inequality Benefits All (Todos juntos: ¿Por qué reducir la desigualdad nos beneficia?), muestra también que el patrimonio se concentra aún más en el extremo superior que el ingreso, lo cual incrementa la desventaja general de las familias de ingresos bajos. En 2012, aquellos en el 40% inferior de la escala de ingresos poseía sólo el 3% del patrimonio familiar total en los 18 países de la OCDE que contaban con datos comparables. En contraste, la población ubicada en el 10% superior controlaba la mitad del patrimonio familiar total y el 1% más adinerado poseía el 18%.

 

En el informe se destaca la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo. La creciente proporción de personas que trabajan a tiempo parcial, con contrato temporal o que son autoempleadas es un factor importante del incremento constante de la desigualdad. Entre 1995 y 2013, más del 50% de los empleos creados en los países de la OCDE se ubicaron en estas categorías. En particular, los trabajadores temporales poco calificados tienen ingresos mucho más bajos e inestables que los trabajadores permanentes.

 

Los jóvenes son los más afectados: el 40% tienen empleos atípicos y cerca de la mitad de los trabajadores temporales tienen menos de 30 años de edad. Asimismo, son menos sus probabilidades de cambiar de un empleo temporal a uno permanente y estable.

 

La desigualdad alcanza su nivel más alto entre los países de la OCDE en Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel, y su nivel más bajo en Dinamarca, Eslovenia, la República Eslovaca y Noruega. La desigualdad es aún más alta en las grandes economías emergentes, aunque en muchas, entre ellas la de Brasil, ha disminuido.

 

Para reducir la desigualdad y aumentar el crecimiento incluyente, la OCDE afirma que los gobiernos requieren promover la igualdad de género en el empleo; ampliar el acceso a mejores empleos, y estimular una mayor inversión en formación y adquisición de competencias durante toda la vida laboral.

 

La redistribución mediante impuestos y transferencias es también una manera eficaz de reducir la desigualdad. En décadas recientes, la eficacia de los mecanismos de redistribución se ha debilitado en muchos países. Para resolver esta situación, es necesario que las políticas garanticen que las personas más ricas, así como las empresas multinacionales, paguen la parte que les corresponde de la carga fiscal.

 

México. ¿Cuál es la situación?

La desigualdad de ingresos en México es una de las más altas en los países de la OCDE y ha aumentado de nuevo en años recientes. Si bien la desigualdad bajó en la década previa a 2005, en la reciente recesión económica aumentó de nuevo. En 2012 el ingreso promedio de la población en el 10% superior de la escala de ingresos fue 30.5 veces más alto que el del 10% inferior, arriba de una proporción de 22 a 1 a mediados de la década de 1980, pero menor que la de 33.5 a 1 a mediados de los años 1990. En comparación, el promedio de la OCDE fue de 9.6 a 1 en 2013.

 

El ingreso familiar real disponible bajó vigorosamente en el periodo posterior a la crisis financiera global. En 2010, el ingreso familiar promedio fue 11% más bajo que en 2008. Entre 2010 y 2012, el ingreso familiar total creció ligeramente; sin embargo, sólo los ubicados en el extremo superior se beneficiaron (+7%), en tanto que los ingresos entre el 40% en el extremo inferior se redujeron en un 3%.

La pobreza de ingresos relativa (población que se encuentra debajo del 50% del ingreso medio) en

México es casi el doble que el promedio de la OCDE y, tras una baja continua desde 1996, comenzó a elevarse de nuevo en 2007.

 

En el pasado, la redistribución a través de las transferencias de efectivo y los impuestos sobre la renta personal en México sólo redujeron ligeramente la desigualdad: 4% en 2010. Sin embargo, si se incluyen los impuestos indirectos y el valor de transferencias públicas en especie (educación y salud), la reducción de la desigualdad resulta mucho mayor.

 

 

La OCDE presentó una nueva herramienta electrónica interactiva, Compare sus ingresos. Esta herramienta permite a los usuarios de diferentes países de la OCDE comparar percepciones y realidades, al analizar en dónde se encuentran en la distribución de ingresos de su país.

 

 

Para consultar la herramienta, haz click aquí. 

  

Fuente: OCDE 21.Mayo.2015